Familia - Aprendizaje

¿CÓMO INFLUYE LA FAMILIA EN EL APRENDIZAJE?

Hoy en día es alarmante y preocupante  la despreocupación de los padres por el desenvolvimiento escolar y personal de sus hijos Por ello, es que la psicología educativa cobra mucha importancia, ya que existen ciertos factores que son determinantes en la formación y por tanto en el proceso de aprendizaje de los hijos. Sin duda, estos factores están directamente relacionados con el rol que juegan los padres y los educadores.   La psicología educativa indaga sobre cuáles son los resortes que impulsan el desarrollo y la conducta, y logra conocer los agentes que han intervenido o que intervienen, beneficiosa o perjudicialmente en el desenvolvimiento de las potencialidades.  Cada niño tiene diferencias individuales que deben ser tomadas en cuenta.   Los padres por lo general tienen ciertas expectativas de sus hijos, sin embargo se debe tener presente que las habilidades y las aptitudes de cada uno son diferentes. Por ello, se deben tomar en cuenta los siguientes factores:  
-       Factores hereditarios: Se refiere a cuando el niño presenta algún problema congénito que le impide desarrollar sus capacidades al máximo.  
-       Medio ambiente: Se refiere al lugar y a los elementos que rodean al menor. Por ejemplo un niño en el campo tendría dificultades frente a la tecnología avanzada a diferencia de otro que tenga acceso a esta. Sin embargo, esto no quiere decir que uno sea más inteligente que el otro, sino que cada uno desarrollará mejor ciertas habilidades según los hábitos y las prácticas que tenga. 
-       Prácticas de crianza: Este punto es muy importante, ya que se refiere al tipo de educación que reciben los menores y cómo priorizan los padres los estudios. Es importante, fomentar la lectura y otros hábitos que formen al niño para un futuro sólido.  
-       Orden de nacimiento: Este factor cobra mucha importancia, ya que por lo general los padres suelen ser más exigentes con el primer hijo. Y si bien no es una tarea fácil educar y somos aprendices cuando de ser padres se trata, se debe tener cuidado con las expectativas que se tienen para cada hijo. Es decir, a veces se espera mucho de uno de ellos, pero no del otro.  
-       Hijos de padres divorciados: Cuando los padres o uno de ellos no llega a superar el divorcio suele suceder que el niño termina pagando “los platos rotos”. Acusaciones como: estás igual que tu padre o madre según el caso, o tú eres igual a él, entre otras pueden sonar familiar.  
-       Madres que trabajan todo el día: Actualmente es muy común que las madres también trabajen. Sin embargo, lo importante es la calidad del tiempo que se les da y preocuparse de las actividades que ellos tengan mientras los padres trabajan.  
-       Maltrato a los niños: Si hay maltrato, ya sea físico o psicológico afecta directamente en la personalidad del menor.  
-       Diferencias Individuales: La diferencia en el CI (Coeficiente Intelectual) de los niños es también un factor importante que afecta positiva o negativamente en el trabajo de aula. Por ello, padres y educadores deben conocer las potencialidades y las limitaciones de cada menor. 
Recuperado de: http://grupoescuelahorgar4.blogspot.com/2012/01/como-influye-la-familia-en-el.html 





INFLUENCIA DEL AMBIENTE FAMILIAR


El ambiente familiar influye de manera decisiva en nuestra personalidad. Las relaciones entre los miembros de la casa determinan valores, afectos, actitudes y modos de ser que el niño va asimilando desde que nace. Por eso, la vida en familia es un eficaz medio educativo al que debemos dedicar tiempo y esfuerzo. La escuela complementará la tarea, pero en ningún caso sustituirá a los padres.
El ambiente familiar es el conjunto de relaciones que se establecen entre los miembros de la familia que comparten el mismo espacio. Cada familia vive y participa en estas relaciones de una manera particular, de ahí que cada una desarrolle unas peculiaridades propias que le diferencian de otras familias. Pero el ambiente familiar, sea como sea la familia, tiene unas funciones educativas y afectivas muy importantes, ya que partimos de la base de que los padres tienen una gran influencia en el comportamiento de sus hijos y que este comportamiento es aprendido en el seno de la familia.
Lo que difiere a unas familias de otras es que unas tienen un ambiente familiar positivo y constructivo que propicia el desarrollo adecuado y feliz del niño, y en cambio otras familias, no viven correctamente las relaciones interpersonales de manera amorosa, lo que provoca que el niño no adquiera de sus padres el mejor modelo de conducta o que tenga carencias afectivas importantes.
El ambiente familiar es el conjunto de relaciones que se establecen entre los miembros de la familia que comparten el mismo espacio. Cada familia vive y participa en estas relaciones de una manera particular, de ahí que cada una desarrolle unas peculiaridades propias que le diferencian de otras familias. Pero el ambiente familiar, sea como sea la familia, tiene unas funciones educativas y afectivas muy importantes, ya que partimos de la base de que los padres tienen una gran influencia en el comportamiento de sus hijos y que este comportamiento es aprendido en el seno de la familia. Lo que difiere a unas familias de otras es que unas tienen un ambiente familiar positivo y constructivo que propicia el desarrollo adecuado y feliz del niño, y en cambio otras familias, no viven correctamente las relaciones interpersonales de manera amorosa, lo que provoca que el niño no adquiera de sus padres el mejor modelo de conducta o que tenga carencias afectivas importantes.
Para que el ambiente familiar pueda influir correctamente a los niños que viven en su seno, es fundamental que los siguientes elementos tengan una presencia importante y que puedan disfrutar del suficiente espacio:
  1. AMOR
  2. AUTORIDAD PARTICIPATIVA
  3. INTENCIÓN DE SERVICIO
  4. TRATO POSITIVO
  5. TIEMPO DE CONVIVENCIA
1. AMOR
Que los padres queremos a nuestros hijos es un hecho evidente. Pero que lo manifestemos con suficiente claridad ya no resulta tan evidente. Lo importante es que el niño se sienta amado. Para ello, además de decírselo con palabras, tenemos que demostrar que nos gusta como es, que queremos su felicidad, que sienta la seguridad que le damos, el apoyo y el reconocimiento y ayudarle en todo lo que necesite. Y esto se consigue mediante los pequeños detalles de cada día: mostrando interés por sus cosas, preguntando, felicitando, sabiendo lo que le gusta e interesa, y mostrándonos comprensivos y pacientes.
2. AUTORIDAD PARTICIPATIVA
Tiene que ver con la manera de ejercer la autoridad. Considero indiscutible que los padres deben saber cómo ejercer la autoridad. La autoridad es un derecho y una obligación que parte de nuestra responsabilidad como padres en la educación de nuestros hijos. Pero la autoridad sólo tendrá una función educativa correcta si se ejerce de manera persuasiva cuando los hijos son pequeños, y de manera participativa cuando ya sean mayores. Difícilmente serán educativos aquellos mandatos que no vayan precedidos de razones o que no hayan tenido en cuenta las opiniones y las circunstancias de los hijos.
3. INTENCIÓN DE SERVICIO
La intención del servicio que brindamos los padres a los hijos tiene que ver con la intencionalidad o la finalidad de nuestra autoridad y de nuestras relaciones en general. Los padres debemos buscar la felicidad de nuestros hijos y ayudarles para que su vida sea más agradable y más plena. Nunca debemos utilizar nuestra autoridad para aprovecharnos de nuestros hijos ni vivirla como un privilegio o una ventaja que tenemos sobre ellos.
4. TRATO POSITIVO
El trato que brindamos a nuestros hijos y a nuestra pareja debe ser de calidad y positivo, es decir, agradable en las formas y constructivo en el contenido. Es frecuente que nuestros hijos escuchen de nuestros labios más críticas que halagos. No debería ser así. Debemos comentar todo lo bueno que tienen las personas que conviven con nosotros y todo lo positivo de sus acciones. También podemos y debemos comentar las cosas negativas, pero no debemos permitir que nuestro afán perfeccionista nos haga ver sólo los defectos que hay que mejorar. Pensemos que con ello podríamos lesionar gravemente uno de sus mejores recursos: su autoestima.
5. TIEMPO DE CONVIVENCIA
La quinta condición para un buen ambiente familiar es que tengamos suficiente tiempo para compartir con los hijos y con la pareja. Seguramente es una condición que muchas veces no depende de nosotros y que a veces resulta difícil de conseguir. Pero es necesario que exista tiempo libre para disfrutar en familia y que permita conocernos los unos a los otros, explicarnos lo que hacemos, lo que nos gusta y lo que nos preocupa, y que podamos ayudarnos y pasarlo bien juntos. Muchas veces no es necesario disponer de mucho tiempo, sino que el tiempo que tengamos sepamos utilizarlo correctamente. Algunos padres disponen de mucho tiempo para pasar con los hijos pero están con ellos mientras está la tele encendida, hacen la cena, hablan por teléfono y otras mil cosas a la vez, sin prestar demasiada atención a “estar” realmente con su hijo. Quizás es mejor para el niño que sólo dispongas de un par de horas pero que estés con él dibujando, yendo en bicicleta o explicándole un cuento. Ese es un tiempo de convivencia de calidad, porque tu atención está centrada en tu hijo y eso él lo nota y lo agradece.
Cuanto mejor se cumplan estos 5 requisitos y más atención pongamos en ellos, mejor será la educación que recibirá vuestro hijo de su entorno familiar, y gracias a ella él conseguirá:
  • Recibir la información adecuada sobre aquellas actitudes y valores sociales y personales que se consideran correctos, gracias al buen ejemplo de sus padres.
  • Recibir información sobre sí mismos, sobre cómo son, a través de nuestras opiniones, reacciones y juicios de valor y de la calidad del trato que les otorgamos.
  • Desarrollar la confianza en sí mismo y la autoestima gracias a las manifestaciones de amor y de reconocimiento que colman sus necesidades afectivas básicas: necesidad de afecto, necesidad de aceptación y necesidad de seguridad.
Me gustaría acabar este artículo con una anécdota que se quedó conmigo como una imagen entre mis ideas revueltas y que hace referencia a la importancia de poder y saber dedicar tiempo a las cosas que son realmente importantes. En cierta ocasión, un viajero que esperaba el tren, se acercó al jefe de la estación que, habiendo acabado su turno, seguía en la estación cuidando unas flores que adornaban un parterre de la estación.
– ¿Cuántas horas trabaja cada día? – Le preguntó con una sonrisa amable.
– Ocho horas justas – le respondió dejando la regadera y mirando complacido las flores.
– ¿Nunca más o menos?
– Nunca menos porque, si no, no podría comprar mis flores y nunca más porque, si no, no podría disfrutarlas.

Recuperado de: http://www.solohijos.com/web/la-influencia-del-ambiente-familiar-2/ 





LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA EN LA SOCIEDAD, SUS VIRTUDES Y VALORES HUMANOS.

La familia siempre ha sido y es, el principal pilar de la sociedad. Es el lugar donde los miembros nacen, aprenden, se educan y desarrollan. Debe ser refugio, orgullo y alegría de todos sus miembros. Cuando la familia tiene problemas, alegrías o tristezas internas, repercuten en todos los familiares, sufriéndolos o disfrutándolos, debido a su total interrelación. Todas las legislaciones del mundo, tienen que tener leyes, que protejan el concepto de la familiar y facilitar lo más posible su unión y continuidad. La familia se convierte en un castillo, que además de servir de refugio de sus componentes, estos tienen que defenderla a ultranza, de todos los ataques que le hagan. No pueden permitir que lo dañino pase sus puertas. Todos tienen que formar un solo cuerpo, para defender su propia vida presente y futura.
La familia está fundada en el matrimonio, que es exclusivamente la unión estable, por amor del hombre y de la mujer, para complementarse mutuamente y para transmitir la vida y la educación a los hijos. Es mucho más que una unidad legal, social o económica. Es una comunidad de amor y solidaridad, para trasmitir e instalar en las mentes las virtudes y valores humanos, culturales, éticos, sociales, espirituales y religiosos, así como los principios de convivencia, tanto internos como externos, que tan esenciales son para el desarrollo y el bienestar de sus miembros y de la sociedad. La educación y conocimientos que se adquieren en la familia, perduran para siempre. 
En las clásicas y tradicionales familias de algunos países, existía y todavía existe, la norma imborrable aunque no escrita, que todos los miembros de una familia, tienen asegurada su permanencia en el hogar de la misma, hasta el ultimo día de su vida. Nadie mandaba a los ancianos o discapacitados al asilo. La garantía de cuidados familiares, era sin límites de edad, ni de circunstancias. Por eso en algunas familias convivían dos, tres o hasta cuatro generaciones, lo que permitía transmitir las enseñanzas religiosas y sociales, así como educar mejor a todas las generaciones, además de cuidarse unos a otros. Ahora es normal, que cuando los hijos cumplen 18 años les fuercen, recomienden o persuadan, para que abandonen el hogar familiar y se vayan a vivir su vida a otro sitio. Eso origina que el despego a la familia, se queda incrustado en sus mentes y cuando los padres llegan, a una edad en la cual no pueden mantenerse solos, los mandan a un asilo para que allí otros les cuiden, no sus familiares que previamente, han sido cuidados por ellos.
Que confortable es disfrutar de la familia. Tener una buena familia, es un privilegio que no tiene precio. Sentirla como refugio en las angustias, peligros o incertidumbres y percibirla como receptora, para compartir las alegrías y logros alcanzados. Es también una gran satisfacción, poder presentar con orgullo a terceras personas a sus componentes, máxime si están unidos entre si. Que triste es, que debido a su mal comportamiento y ejemplo y en la sociedad, sentir vergüenza de presentar la familia a otras personas.
Qué orgullo familiar sienten los padres:
Cuando perciben muestras de unión familiar, por ejemplo, cuando son invitados a las celebraciones civiles o religiosas del resto de la familia o simplemente a visitarles en sus respectivas casas.
Cuando voluntariamente se reúne los Domingos todos los hijos con sus respectivas esposas o esposos y sus hijos, alrededor de la mesa de la casa de los padres, para almorzar, merendar o cenar y estar de tertulia, compartiendo las alegrías y las penas.
Cuando reciben invitaciones, incluyendo los gastos de viaje, para ir a visitar a los hijos que viven fuera.
Cuando los hijos les ofrecen ayuda monetaria, emocional o de acompañamiento, aunque no la necesiten.
Cuando se reúnen para celebrar el éxito escolar, profesional o social de uno de los familiares.
Cuando comprueban el buen comportamiento de todos y cada uno de los miembros.
Cuando nace o se incorpora un nuevo miembro familiar.
Los padres deben saber, que detrás de cada niño o joven mal educado, suele haber una familia disfuncional, bien sea por la composición de ella o porque no cumple las obligaciones ineludibles de unidad, formación y entrega a los compromisos adquiridos al formarla. No se puede echar la culpa a los niños, ni a los jóvenes, por algunos de sus malos comportamientos, hay que buscar su origen, para corregirlo. Normalmente es que ha habido mal funcionamiento, de sus familias en conjunto o que han recibido mal ejemplo, de algunos familiares.
La familia es una unidad de destino religioso, social y político. Tiene que defenderse de los ataques de sus innumerables enemigos, algunas veces incluso de los que tiene dentro, debido al mal ejemplo que se dan unos a otros. Otras veces sus enemigos están fuera, intentando que la familia no tenga la unidad necesaria para sobrevivir. Estos enemigos lo hacen a través del mal ejemplo, de las amistades familiares, de los medios de comunicación y de los sistemas modernos electrónicos. Todos tenemos la obligación de intentar que la familia, sea una realidad de unión y perfecta convivencia, empezando por la propia y haciendo lo posible, para que la ajena también lo sea.
La familia en su unidad, es la única institución que ofrece a los niños, todo el amor centrado en éllos. Las demás instituciones que cuidan a los niños, escuelas, guarderías, etc. no tienen la misma intensidad de ofrecimiento de amor. Las instituciones son únicamente responsables, de instruir en conocimientos y cuidar físicamente, durante las horas de permanencia en ellas.
La familia educa dando ejemplo y exigiendo a todos sus miembros: orden en las cosas, obediencia, colaboración y ayuda en la casa, responsabilidad en los encargos, horarios de estudios, etc. y sobre todo, reconociendo los esfuerzos que hacen todos los componentes por ser mejores.
Los padres tienen que inculcar a sus hijos, la grandeza de la familia presente y la de los ancestros. Algunos padres no le dan importancia a la transmisión de los apellidos, títulos, escudos y señas de identidad que todos llevamos. Esto suele estar ligado, al desarraigo de las sociedades e incluso al materialismo o consumismo, que impide que las persones sientan un sano orgullo de quienes son y de donde provienen. Que bonito, constructivo y ejemplar es ver a los padres enseñando a realizar el árbol genealógico de la familia de la madre y la del padre, empleando todos los medios a su alcance, hasta llegar lo más lejos posible en la antigüedad. Este ejercicio de búsqueda en los orígenes, es una herramienta más para amar, comprender y unir mejor a la familia. La familia es también vínculo y dedicación permanente de generaciones pasadas, presentes y futuras y la base que sostiene unida a la sociedad.
Prosperar en medio de las crisis económicas o de salud, es el privilegio de las familias que están unidas como piñas y con objetivos comunes, bien definidos por los padres y aceptados por todos.
Donde todos los familiares, hombro con hombro, han empujado en la misma dirección, hacia solventar los problemas, ellos tendrán muchas probabilidad de éxito.
Donde no importaban los sacrificios individuales, por conseguir los objetivos comunes.
Donde cada uno pone lo mejor de si, en beneficio de los demás.
Donde todos forman un escudo humano, ante los problemas que llegan del exterior.
Donde se unen todos los miembros de la familia, para defender o proteger a cada uno de los componentes, cuando son agredidos desde el exterior, y así poder superar las dificultades personales o para que salgan de algún peligro o mala situación.
Donde todos los miembros de la familia, se sacrifican en beneficio de uno solo, porque es el mejor dotado inteligente o físicamente, para que consiga llegar a una meta y después pueda desarrollar sus mejores cualidades y cuando triunfe, les pueda ayudar a los demás (emigración, becas, estudiar en lugar de trabajar, negocios, etc.).
Que bonitas y ejemplares aquellas viejas costumbres, de que los hijos mientras estén bajo el mismo techo familiar, pero trabajan fuera de la familia, entreguen todo o parte de sus ingresos, unidos por el bien común, para el fondo familiar, sin importar cuánto ganan o gastan los otros componentes de la familia. Los hijos ya saben que los padres, se encargarán de hacer justicia y entregar a cada hijo, lo que consideren que puedan necesitar. Esa costumbres desgraciadamente está arrinconada y sustituida, por la de mandar a los hijos, a que trabajen fuera de la casa en cuanto cumplen la edad legal de poder  hacerlo, incluso cuando no tienen necesidad de esos ingresos familiares y los hijos destinan el dinero obtenido en comprarse cosas, muchas veces inútiles. Mientras los padres tienen que seguir manteniendo la casa familiar, además de hacerlo a cada uno de los hijos, aunque trabajen fuera. Otra mala costumbre de los padres, que no tienen necesidad urgente de ingresos, es que autoricen a los hijos a que durante las vacaciones escolares, vayan a trabajar a otros sitios, incluso muy mal pagados, en lugar de seguir estudiando, descansando y divirtiéndose durante las vacaciones, con el pretexto de que así aprenden a conocer lo que es trabajar y a administrar su dinero. Eso es robarles el precioso tiempo de su juventud, que tendrían que emplear en cosas de mayor formación académica y social, no en conseguir dinero para comprarse los caprichos, más insospechados e inútiles.
Además de la familia tradicional reconocida, como la formada por el padre y la madre, unidos en matrimonio con sus hijos, existen otros tipos, que también les llaman familias, como los que forman parejas en unión libre, las de homosexuales y lesbianas y las monoparentales, donde el padre o la madre, cuidan los hijos propios o ajenos, de otras uniones anteriores.
El problema más grande que tiene la familia, es su descomposición, principalmente motivada por el divorcio de los padres. En ese caso la familia, queda contaminada de esa desgracia para siempre e incluso, perneada para las sucesivas generaciones. Las cuales ven como el concepto de unidad y continuidad, que habían aprendido, se ve roto por una decisión de los padres, en perjuicio de los demás componentes de la familia. La mayoría de los problemas que tiene la sociedad, tienen su origen en esa descomposición de la familia. No se puede tener una sociedad fuerte y bien formada, con el porcentaje tan grande de familias divorciadas una o varias veces y otros tipos también llamados familias. Los hijos y siguientes generaciones, que se han educado en esas graves situaciones, tienen muchas probabilidades de continuar con las mismas actitudes de descomposición familiar, pues lo que han visto y sufrido, llega un momento que lo ven normal, ya que la misma familia disfuncional, se encarga de transmitirlo de generación en generación. Es muy difícil que una persona que se ha criado así, tenga la fortaleza de rechazar esas situaciones y haga el esfuerzo por no repetir las mismas andanzas. Máxime cuando está rodeado de personas, que consideran normal a esas familias contaminadoras socialmente de su situación, pues esas familias se encargan continuamente y con muchos subterfugios, de pregonar a sus hijos, descendientes, familiares y amigos que su situación familiar irregular, es normal en los tiempos actuales.
Los padres tienen que enseñar a sus hijos con su ejemplo y con sus palabras, la belleza de una familia bien unida, las ventajas de mantenerse unidos y los inconvenientes, en el caso que esa familia se destruya, y a sentir un sano y enorme orgullo por ser miembros de la familia y de los ancestros a la que pertenecen.
Recuperado de: http://blog.micumbre.com/2009/09/21/la-importancia-de-la-familia-en-la-sociedad-sus-virtudes-y-valores-humanos/ 








¿CÓMO INFLUYE LA CONDUCTA DE LOS PADRES EN LOS HIJOS?


Si alguien nos preguntara sobre algo que nos han trasmitido nuestros padres y que ha sido importante para nosotros en nuestra vida, seguramente señalaremos algo que hemos observado en su conducta de manera repetida. Esto nos habrá influido tanto de manera positiva como negativa, y es muy probable que nos encontremos actuando de forma muy similar ahora como adultos.
Cuando un niño nace comienza a ver todo a través de los ojos de sus padres. Mirando a su padre y a su madre irá sacando conclusiones de como funciona el mundo que le rodea y de quien es él. Todos los niños nacen ya con un temperamento que influirá en su carácter, aunque los padres no puedan intervenir sobre la herencia genética si podrán hacer mucho en cuanto a la relación que establezcan con su hijo. Este vínculo que se desarrollará entre ambos ayudará a moldear el desarrollo emocional del niño.
Los padres verán siempre a sus hijos a través de ciertos filtros, en ellos influyen los valores, creencias, normas o conflictos que tengan en su vida. Estos filtros influirán en las expectativas que los padres tengan sobre sus hijos y, estas últimas, muchas veces, están presentes antes incluso de que el niño nazca. Si hablamos con cualquier madre que está a punto de dar a luz nos encontraremos que ya se ha formado algunas ideas sobre como será su bebé dependiendo de múltiples factores (como se haya encontrado durante el embarazo, si el bebé es niño o niña, como se mueva durante los últimos meses, etc.) Y si esto es así ya antes de nacer, todas las expectativas se incrementarán una vez que el niño ya esté con sus padres.
Cuando el bebé ya ha nacido entra a formar parte de una familia donde cada miembro interactúa con todos los demás, todos influyen, unos sobre otros, por eso el estado emocional del padre o la madre influirá directamente sobre el hijo. También sucede al revés, el temperamento del niño, su estado de ánimo, las horas que duerma al principio, como se alimente y, más adelante, como se comporte influirá directamente en como lo perciban sus padres.
¿Qué trasmiten los padres a sus hijos sin palabras?
Mucho antes de que el niño pueda hablar y entender el lenguaje habrá recibido millones de impresiones sobre él mismo y sobre todo lo que tiene cerca.
Los padres trasmiten muchas cosas sin necesidad de usar el lenguaje a través de otros canales a los que los niños son especialmente sensibles(movimientos corporales, tono de voz, gestos, miradas, sonrisas…). A través de ellos le están diciendo a su hijo lo que les gusta, lo que es importante para ellos, sus miedos y preocupaciones.
Pongamos un ejemplo. Desde que Lucas ha nacido son muchos los momentos que ve a su padre leyendo, cada noche papá le acompaña a la cama y juntos leen alguna historia. El padre nunca le dijo a Lucas lo importante que es para él la lectura, pero Lucas ve en su cara como le gusta y lo que disfruta su padre cada noche contándole historias. Es muy probable que Lucas crezca sintiendo que bajo esos papeles llenos de letras se encuentran cosas muy interesantes.
¿Qué mensajes pueden trasmitir los padres a través del lenguaje?
El lenguaje puede ser una poderosa herramienta para expresar al niño qué pensamos y qué sentimos nosotros y para ayudarle a identificar sus propias emociones, así podrá comprender mejor que le pasa en cada momento. Si cuando nos enfadamos expresamos lo que nos pasa con palabras en vez de tirar cosas o gritando estaremos mostrando al niño una forma de actuar que será la que repetirá en el futuro.
Hay que ser muy cuidadosos con las críticas a nuestros hijosGran parte del día lo pasamos hablando. Qué digamos y cómo lo hagamos será muy importante para nuestros hijos. A veces sería bueno preguntarnos si lo que vamos a decir refleja realmente lo que queremos. Hay que ser muy cuidadosos con las críticas, ya que utilizadas frecuentemente harán que el niño se sienta como aquello que le señalamos. Veamos un ejemplo. María tiene dificultades en los estudios, suspende algunas asignaturas, su madre le dice casi a diario: “Eres un desastre, nunca aprobarás, no vas a ser nada en la vida”. Si María escucha estos reproches de manera repetida es muy probable que acabe sintiéndose un desastre en los estudios.
¿Cómo influye todo esto en los hijos?
En la formación de la identidad: el niño aprenderá a verse a sí mismo tal y como lo ven las personas más importantes para él. En un principio, las figuras más significativas serán sus padres y, a medida que vaya creciendo, las personas con las que se relacione (familiares, profesores, amigos….) irán siendo también importantes para que el niño vaya construyendo la imagen que tendrá de sí mismo.
Cuando el niño es pequeño, uno de sus mayores deseos será parecerse a papá o mamáEn la manera de actuar que el niño tendrá en el futuro: cuando el niño es pequeño, uno de sus mayores deseos será parecerse a papá o mamá. Serán las primeras personas con las que el niño se identifique, por lo que todas las conductas y reacciones de los padres le estarán dando al niño información que más tarde le ayudará a saber cómo ha de reaccionar ante las cosas que le vayan sucediendo. Esto también le influirá en su posterior relación con los demás.
Algunas cosas que ayudan a los padres
Revisar las expectativas que como padres tenemos sobre nuestros hijos, a veces podemos exigir ciertas cosas que no se adecuan a la realidad de nuestro hijo, bien por la edad que tenga, por sus gustos o su personalidad.
Ser consecuentes: ¿hacemos lo mismo que decimos? Esto puede parecer fácil en teoría, pero muchas veces nos encontramos exigiendo cosas a los niños que no hacemos nosotros. ¿Cuántas veces nos encontramos diciendo “no grites” cuando minutos antes lo hacíamos nosotros?    
¿Decimos lo mismo que sentimos? Lo que sentimos se trasmite por múltiples vías. A veces estamos molestos o enfadados y si nuestro hijo nos pregunta decimos que no nos pasa nada. Esto le muestra al niño una contradicción, por un lado ve por nuestra cara o gestos que algo nos pasa, pero nuestro lenguaje señala que nada. Esto puede confundir al niño. 
Cuidar el lenguaje con el que hablamos a nuestros hijos, si somos capaces de darle un mayor lugar a expresar lo que nos gusta y ser cuidadosos con las críticas le estaremos ayudando en como se vea a sí mismo en el futuro.
Y como para el niño sus padres serán sus modelos en los que fijarse para saber quien es él y cómo actuar, merecerá la pena parar a observarnos, reflexionar sobre cómo expresamos las emociones (alegría, angustia, miedo, ira, sorpresa….) y  pensar sobre nuestro comportamiento, ¿hay algo que nos gustaría cambiar, mejorar, dejar de hacer…?
Cambiar ciertas cosas no es nada fácil, pero si conseguimos entendernos un poco mejor a nosotros mismos será más fácil comprender mejor a nuestros hijos.
Recuperado de: http://blogs.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/relacion-padres-e-hijos/2012-07-12/como-influye-la-conducta-de-los-padres-en-los-hijos_588349/ 






EL APRENDIZAJE DE LA RESPONSABILIDAD, PAPEL DE LA FAMILIA.

En muchas ocasiones oímos que tal o cual persona no es responsable, incluso escuchamos opiniones generalizadoras diciendo que los jóvenes son poco o nada responsables. Pero, ¿qué es la responsabilidad? ¿el algo con lo que se nace? ¿se puede educar en ella? ¿se es responsable sólo por cumplir una edad o por ser adulto? Trataremos de profundizar sobre este tema a lo largo de esta entrada. Para ello comenzaremos definiendo la responsabilidad y continuaremos intentando explicar cómo se puede aprender a ser responsable. 

¿Qué es la responsabilidad? 
Se dice que alguien no es responsable cuando no cumple o se le olvidan sus obligaciones, cuando tiene comportamientos arriesgados o antisociales, cuando no asume las consecuencias de lo que hace y le echa la culpa a otras personas. Es claro que uno de los objetivos de la educación familiar y escolar es conseguir que los hijos y estudiantes sean personas responsables y que se comporten con arreglo a esta cualidad. Vamos a comenzar tratando de definir la responsabilidad a través de una serie de categorías o niveles que nos faciliten su enseñanza.

La responsabilidad es un valor que tiene varios niveles de significación:
- Uno, es una cualidad propia de una persona cuidadosa y atenta en lo que hace o decide.
- Dos, la responsabilidad está relacionada con el respeto a los derechos y sentimientos de los demás.
- Tres, un comportamiento responsable es propio de alguien que ayuda a los demás.
- Cuatro, una persona es responsable cuando actúa con autonomía y libertad.
- Cinco, una persona responsable reconoce y asume las consecuencias de sus actos.

¿Cómo se aprende a ser responsables?
Esta cualidad o valor, con la que no se nace, tiene que ser un objetivo fundamental a conseguir con los adolescentes y jóvenes principalmente en el ámbito familiar y, también, en el escolar. Se trata, por consiguiente, de crear un ambiente en la casa y en la escuela que les enseñe a decidir de forma adecuada. Para ello han de aprender a tener en cuenta diferentes alternativas y a valorar con antelación las consecuencias de sus decisiones. Es preciso hacerles conscientes de la existencia de los demás y de sus necesidades. Además, conseguir que sean atentos y cuidadosos en lo que hacen, evitando la distracción , el descuido y la fullería. Por último, a sentirse responsables de lo que hacen, evitando echar la culpa a otros de los actos propios.

Esta cualidad no se consigue de forma instantánea al cumplir una edad, sino que se adquiere de forma progresiva a través de un proceso. Se comienza como un juego imitando a los padres y poco a poco se van adquiriendo mayores responsabilidades. No podemos pedirles a un chico o a una chica adolescentes que sean responsables porque ya tienen edad si desde pequeños no hemos ido dándoles responsabilidades y haciéndoles ver las consecuencias de sus actos. Son los padres los que administran no sólo los derechos sino también, y especialmente, las responsabilidades de sus hijos: “Has cumplido un año más y te vamos a ampliar el tiempo para salir, pero tendrás también que hacer...”.


El papel de los padres consistirá en establecer normas y obligaciones a los hijos e hijas, animándoles y ayudándoles a cumplirlas. Es bueno reconocer y valorar sus aciertos, pero también establecer consecuencias negativas (castigos) si no cumplen las normas. No será aconsejable hacer las cosas por ellos porque no las hagan bien o por que tengan lástima de ellos o ellas. No vale exigir las obligaciones un día sí y otro no o recordarles muchas veces lo que tienen que hacer, esto los liará más o se acostumbrarán a no obedecer a la primera. O que no cumplan con las obligaciones y que no les pase nada, aprenderán lo que es la impunidad. Por consiguiente, para esta tarea es conveniente que las responsabilidades estén claras y el comportamiento de los padres sea coherente.


¿Qué responsabilidades u obligaciones son propias de los adolescentes?
Las obligaciones de los adolescentes estarán relacionadas con su edad y con los diferentes entornos en los que se desarrolla su vida: con los horarios de entrar y salir; con el uso de la televisión, el ordenador o la pley; con el estudio en casa y con la asistencia al instituto; y con la colaboración en las tareas del hogar; entre otras.
Es muy importante asumir que no existen responsabilidades diferentes para chicos o para chicas. Es fundamental que ambos aprendan a colaborar en las tareas del hogar: a poner y recoger la mesa, a lavar los platos, a hacer de comer, a limpiar la casa, a poner la lavadora, a tender, etc. El aprendizaje de estas actividades dependerá de la edad, pero no tienen por qué estar asociadas a ser hombre o mujer.
Es recomendable poner por escrito las obligaciones de los diferentes miembros de la familia en un lugar bien visible para que sirva de recordatorio a todos. Tienen que estar bien explicadas para que no haya dudas sobre quién, cómo o cuándo tiene que realizarlas. Hay que establecer también las consecuencias positivas y negativas que tendrá el cumplimiento o no de las responsabilidades.

Finalmente, los padres tienen que darles a sus hijos e hijas la oportunidad de ser responsables, porque conforme vayan siéndolo, van a adquirir mayor confianza en sí mismos y esto les animará en su proceso de hacerse personas responsables y adultas. 

Recuperado de: http://familiaescuela.blogspot.com.co/ 








COMPROMISOS EDUCATIVOS Y CURRÍCULUM DEL HOGAR

Una finalidad de los compromisos educativos es crear unas condiciones en el medio familiar que favorezcan unas adecuadas expectativas educativas y garanticen el éxito escolar. La creación de ese ambiente de aprendizaje en el marco familiar está relacionada con una serie de factores que las investigaciones sobre el “currículum del hogar” han identificado como necesarios para que un estudiante obtenga buenos resultados escolares.

En la publicación "Familia y centros escolares" de la Oficina Internacional de Educación de la Unesco del año 2000, el profesor de la Universidad de Philadelphia Sam Redding recopila en una guía una síntesis de las investigaciones realizadas sobre la colaboración entre la comunidad, la familia y los centros escolares. En la introducción expone la importancia del “currículum del hogar” como una esperanza de intervención en el ámbito familiar para intentar contrarrestar la deriva determinista que imponen las desigualdades sociales.

Afortunadamente, la investigación sobre la influencia de la familia en el aprendizaje académico tiene una larga historia, y podemos sentar premisas básicas con gran fiabilidad. Con una razonable certeza, podemos decir que mientras la clase social baja nos puede llevar a predecir estadísticamente un bajo rendimiento académico, las familias que proporcionan un ambiente estimulante y de apoyo, con riqueza lingüística, desafían los efectos de las circunstancias socioeconómicas. En otras palabras, un “currículum del hogar” alterable –donde se incluyen las relaciones familiares, las prácticas y los patrones de vida familiar- es un predictor más potente del aprendizaje académico que el estatus familiar. Los centros escolares pueden trabajar con las familias para mejorar el “currículum del hogar”, sea cual sea la situación económica familiar. Este es, por tanto, un mensaje de gran esperanza.
Redding identifica una serie de patrones específicos de la vida familiar que contribuyen a desarrollar la habilidad del niño para aprender en la escuela. Las investigaciones relacionan positivamente determinadas prácticas familiares con el éxito escolar del niño o niña en la escuela. Redding las agrupa en tres apartados que constituyen el contenido de la publicación y que son los siguientes:

La relación padres-hijos:
1. Conversaciones diarias sobre hechos cotidianos.
2. Expresiones de afecto.
3. Comentarios en familia sobre libros, noticias del periódico, revistas, programas de televisión.
4. Visitas en familia o con miembros de la familia a bibliotecas, museos, zoos, lugares históricos, actividades culturales.
5. Estímulo para emplear nuevas palabras y para ampliar el vocabulario.

Rutinas de la vida familiar:
1. Marcar un tiempo de estudio en casa.
2. Rutinas diarias que incluyen tiempo para comer, dormir, jugar, trabajar, estudiar y leer.
3. Tener un lugar tranquilo para estudiar y leer.
4. Interés de la familia en hobbies, juegos, y actividades con valor educativo.

Expectativas familiares y Control:
1. Dar prioridad al trabajo escolar y a la lectura sobre ver televisión y actividades de ocio.
2. Expectativas de puntualidad.
3. Expectativas de los padres de que los hijos harán las cosas lo mejor que puedan.
4. Preocupación por el uso correcto y apropiado del lenguaje.
5. Control de los padres sobre el grupo de amigos de sus hijos.
6. Control y análisis de los programas de televisión (y del uso de internet) junto a los hijos.
7. Conocimiento de los padres de los progresos del hijo en la escuela y de su crecimiento personal.
Si estamos de acuerdo en que los estudiantes aprenden mejor cuando en su ambiente familiar se promueven los patrones de vida arriba mencionados, esto se puede convertir en un contenido fundamental de la colaboración que se establezca entre la familia y el centro a través de los compromisos educativos. Por consiguiente, una de las tareas de la relación educativa será ayudar a las familias a crear un “currículum del hogar” positivo.

No existen muchas experiencias relacionadas con este planteamiento. Hace unos meses se dio a conocer un material realizado por Proyecto Atlántida y CEAPA (DIARIO DE FAMILIA) para trabajar las competencias básicas desde el ámbito familiar. No obstante, parece de sentido común que trabajar en esta línea beneficiará a las expectativas y al rendimiento académico de nuestros alumnos y alumnas. Está demostrado en numerosas investigaciones la gran influencia que el ambiente familiar tiene sobre el aprendizaje y los resultados escolares del alumnado. Y, también, que ese ambiente no depende sólo del nivel económico o educativo de las familias sino que está relacionado con una serie de normas, actitudes y valores familiares que pueden ser reconstruidos social y culturalmente y que constituyen lo que se denomina “el currículum del hogar”.


 Recuperado de: http://familiaescuela.blogspot.com.co/ 





INFLUENCIA DE LOS PADRES EN LA AUTONOMÍA DE SUS HIJOS.


La autonomía como tal, es un proceso que se da de forma natural en el proceso de maduración del ser humano. Este consiste según la vigésima segunda edición del diccionario de la Real Academia de la lengua 2001: Condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie.
La decisión, es un elemento que se considera a diario en cualquier contexto familiar. Por ejemplo, decidimos que ropa ponernos, si limpiar o no el desorden del comedor, etc. Esta elección involucra una valoración de los efectos de nuestras acciones, el cuestionamiento aquí reside si estas se presentan de manera voluntaria o involuntaria. La habilidad para tomar decisiones, debe ser fomentada desde el inicio de la infancia, porque cuanta más autonomía adquiere un niño, mayores posibilidades tiene de llegar a valerse por sí mismo.
Un aspecto importante de mencionar, y bajo la integración de los elementos mencionados, consiste en incorporar un término más a este análisis; “la ayuda”. Usted como miembro de un sistema social, me imagino en innumerables ocasiones ha pedido ayuda. Ayúdame a subir la ropa, a pintar mi cuarto, a bañar al niño, …pero en qué medida éstos efectos causan una dependencia.
Piaget (1932) determina en Los niños desarrollan la autonomía, tanto en el ámbito moral como en el intelectual. La autonomía moral involucra un principio que orienta al niño a darse cuenta de que las normas son flexibles y que siempre pueden estar sujetas a interpretación. Por otro lado la autonomía intelectual, la cual no se basa en los contenidos, sino que está centrada en el desarrollo de estructuras del conocimiento.
La forma de coordinar los tipos de autonomía recae en la formación contextual. Distinguir lo bueno de lo malo, y lo verdadero con lo falso nos remite al análisis de valorar nuestros actos. Mi perspectiva de todo este proceso, me conduce a considerar como el niño debe construir sus propios esquemas para poder entender la forma de actuar, pensar y sentir propia y de sus semejantes.
Los individuos de una sociedad, están sujetas a una dependencia a causa de sus interconexiones. La autonomía facilita la medida en que podrá protegerse de alguna ruptura entre sus relaciones sociales o por el contrario brindar una orientación de ayuda en solución a circunstancias reales.

Bienvenido a nuestra familia.
La familia es sin duda alguna, el núcleo donde el niño aprende ideales, conocimientos, actitudes que permiten al infante a actuar de acuerdo a las circunstancias. Pero ¿por qué los padres de familia tienen la mayor parte de la influencia en la autonomía de sus hijos?, simple y sencillamente porque representa un símbolo formativo inmenso que se refleja a diario en sus actitudes, digamos que es el producto de un moldeado.
Una de las alegrías indescriptibles en la vida de cualquier matrimonio, es el nacimiento de un hijo. ¿Los papás son responsables de todo lo que el niño hace?, ¿los padres tienen la obligación de resolver todos los problemas a las que los niños se enfrentan?, ¿Por qué es necesario ser independiente desde el hogar? Las respuestas a estas preguntas se concentran en una sola respuesta; “no se nace siendo padre, se aprende sobre el tiempo”. Mi tesis alude un aspecto muy importante; hay ocasiones que como adultos no somos conscientes de lo que deseamos para nuestros hijos, y añadiendo a esto, el proceso que tenemos que fabricar para poder realizarlo.

Los padres de familia son la cabeza de una familia. La presencia de éstos promueve el desarrollo capacidades que permiten autosuficiencia, hablando específicamente de situaciones cotidianas como el simple y sencillamente el servir un vaso de agua y tú propio almuerzo. El crecimiento del niño es elemental para que se pueda lograr esa madurez autónoma, muestra de ello es cuando el niño se alimenta por su propia cuenta en una determinada edad.

El valerse por sí mismo, es una situación medular que rigen las políticas de los macrosistemas. Los padres, deben sustentar la habilidad oportuna en el infante para pedir “ayuda” cuando se cierren esas barreras de solución, es decir, cuando se necesite y haciendo propia la frase de mi título...No dar pescado; enseñarlo a pescar”. Para Bourdieu (1996) El habitus definir aquellas disposiciones o predisposiciones socialmente adquiridos, que organizan nuestra forma de actuar.

Uno de los errores más comunes es el dar todo, confundir el sentimiento con el alcance. Existe una crisis de autoridad en sociedades actuales, la cual acecha al proceso autónomo que se anhela. Éstas sociedades de crisis toman referentes clave a “la culpa que siente los padres de familia,” “los errores entre propias generaciones” y “la propia amnesia” (Chávez Martha Alicia, 2008).

Los tiempos han cambiado y las responsabilidades son distintas. El tiempo que se pasa como familia, es en algunos casos, el elemento que determina la calidad autónoma del niño. A falta de este se complementa con otras interconexiones, como la influencia de los medios de comunicación u otras relaciones con miembros que reflejan dependencia en su quehacer, recordando que el ejemplo es una vía por la cual el niño tiende a adquirir sus propios quehaceres, formas de pensar y sentir, es por lo cual se debe tener siempre un canal abierto a la comunicación. ¿Qué pasa cuando el niño no tiene padres?, en este caso el niño determina quien ejercerá su influencia o dicho de otra manera quien será el símbolo de aprendizaje.

Nos vamos a la escuela. Espejito, espejito qué es lo que ves.
Nuestra sociedad actual ha sido producto de aciertos y errores del propio hombre en su afán por descubrir, comprobar, explorar, manipular, dominar y sensibilizar la razón como una manera única de educar. A partir de ello, la escuela como institución y la propia familia como núcleo social fungen como sistemas formativos, es por esto que actúan de forma coordinada y sus acciones son muestra del tipo de orientación que se genera.
La importancia del docente en el proceso de la formación autónoma se ejercita hacia una autodirección y autoevaluación de nuestros actos. Plantear una actividad coordinada con padres es la mejor manera de solventar la orientación. La palabra clave de la pedagogía actual es la orientación hacia la solución de problemas.
Raúl Choque Laurrauri (2009 p.2) El rol de las personas se determina bajo las condiciones que lo sustentan, es decir, cuanto más lazos afectivos haya entre ellos, . Esto me lleva al análisis “educo como me educaron”. Un hecho particular que demuestra esta situación a la que me he enfrentado consiste en el momento en que realizo junta de padres de familia; las actitudes suelen ser idénticas a las de sus hijos. La actitud es un clave elemento en la formación de las capacidades, ya que sin ésta el conocimiento y las habilidades quedan totalmente aislados, creando ambientes no autónomos donde se le consciente en todo lo que desea. Existen algunos adultos que cometen errores generación tras generación, convirtiéndose en una cadena de la cual no se admira un límite y con la que nosotros los docentes nos enfrentamos a diario.
La solución de problemas juega un papel muy importante en nuestras vidas, la forma de plantearlo y cuestionarlo tiene distintas ópticas. En el salón de clases es un espacio en que se muestra el reflejo formativo en casa. Existen algunos niños que se niegan totalmente a ser autónomos, todo quieren que les resuelva, la influencia directa consiste en crear la propia confianza o seguridad que se le dan los padres, el proceso con el que ellos enseñan, pero sobre todo logren orientar, es decir, su intervención en la búsqueda de aprender el quehacer cotidiano (hábitos como el comer, dormir, sentarse) alimentan nuestra pedagogía y su rendimiento en el contexto áulico. El tiempo que se pasa con ellos en el salón, en algunos casos ha llegado a rebasar el tiempo con el que pasan sus propios padres y si a esto aludimos que ese poco espacio comprende reproches y aislamiento, puede llegar a pasar que la escuela puede convertirse en su motor formativo.

Recuperado de: http://elaprendizajeautonomo.blogspot.com.co/2009/10/influencia-de-los-padres-en-la.html   







PADRES COMPROMETIDOS EN LA EDUCACIÓN DE SUS HIJOS



Recordemos que los padres son los principales educadores de sus hijos, aunque no serán  la única influencia que tengan durante el desarrollo de  su personalidad. El colegio, su grupo de amigos y la comunidad,  dejarán  huella en la forma de ser del niño/a, pero sin duda la familia y el estilo educativo utilizado será el elemento clave.
No existen recetas mágicas a la hora de educar a los hijos, pero sí tenemos que tener presente unas claves básicas  que nos pueden facilitar esta tarea:
1.- Afecto y comunicación: establecer una buena comunicación con los hijos y hacer que se sientan queridos y cuidados.
2.- Normas y límites: supervisar su conducta y ponerles normas y límites ajustados a su edad.
3.- Autonomía: promover un comportamiento independiente y responsable.
Todos los padres son diferentes, sin embargo podemos agruparlos y diferenciarlos  principalmente en  cuatro estilos educativos o formas  de comportarse  con los hijos, pero esto no quiere decir que un padre o madre siempre se comporte de la misma manera con su hijo/a, sino que será la tendencia habitual.  El estilo educativo de los padres va a estar influido también por el tipo de relación que los padres mantienen con el hijo/a, la forma de ser del niño/a y  las diferentes situaciones.

La influencia del estilo educativo de los padres
   ¿Cómo influyen en sus hijos los padres fríos y autoritarios?

Este estilo de padres suelen ser controladores y muy rígidos, no muestran afecto. Pueden ser hostiles y degradantes. Como consecuencia pueden ocasionar a los hijos baja autoestima, que sean poco sociables, impulsivos, agresivos, obedientes o por el contrario rebeldes con poca tolerancia a la frustración.
  ¿Cómo influyen en sus hijos los padres permisivos?
Son padres cariñosos pero poco exigentes con sus hijos, les dan todos los mimos sin control ni normas, malos comunicadores, variables y desordenados.  Hijos “mimados”, es decir, con buena autoestima, afectuosos, vitales y alegres, pero inmaduros, poco motivados para la tarea y las normas escolares, controlan mal sus impulsos, desordenados o pasivos antes el esfuerzo.
    ¿Cómo influyen en sus hijos los padres con estilo indiferente?

     Este es el estilo que más puede perjudicar a los hijos, y acarrear muchos problemas conductuales y emocionales.  Si no supervisas la conducta de tu hijo/a, no le muestras cariño ni hablas con él, puede pensar que no le importas y que no es querido. Son niños con baja autoestima, poco interés por la escuela y con conductas de riesgo.
    ¿Cómo influyen en sus hijos los padres con estilo democrático?
    Estos padres suelen implicarse más en la educación de sus hijos, son afectuosos y comunicativos. Al mismo tiempo que estimulan, exigen y ponen límites a sus hijos. Suelen dar hijos con buena autoestima y competentes socialmente, autónomos y motivados por las tareas, capaces de encontrar recompensas a largo plazo, con autocontrol y empatía, maduros para su edad.

No existen fórmulas que sirvan para todos los hijos ni para todas las situaciones, por lo que el estilo educativo de los padres debe mostrar cierta flexibilidad. De todos, el democrático  ha demostrado ser el que aporta más beneficios en la educación de los hijos/as. Se sentirán queridos y apoyados y sabrán que puede contar contigo cuando lo necesiten. Al mismo tiempo tendrán claro que no pueden hacer lo que quieran, que existen límites y normas. Esto hará que tengan una alta autoestima, un buen comportamiento y una actitud responsable hacia los otros.

Recuperado de: http://conectandosemillas.blogspot.com.co/2013/01/padres-comprometidos-en-la-educacion-de.html




FAMILIA Y EDUCACIÓN


Llama la atención que en el debate nacional sobre la educación se hagan muy pocos comentarios sobre el influjo de la familia en la calidad de la misma. La especificidad de la influencia familiar en la educación está dada porque la familia influyedesde muy temprano en el desarrollo social, físico,intelectual y moral de su descendencia. El niño en su hogar aprenderá a admirar lo bello, a decir la verdad, a compartir sus cosas, a respetar la bandera nacional y la flor del jardín ajeno y ese aprendizaje va a estar matizado por el tono emocional que le impriman los padres, los adultos que le rodeanpor la relación que con él establezcan y, muy especialmentepor el ejemplo que le den. Numerosos estudios han mostrado que el ambiente familiar influye de manera decisiva en la personalidad. Las relaciones entre los miembros de la casa determinan valoresafectosactitudes y modos de ser que el niño va asimilando desde que nacePor eso, la vida en familia es un eficaz medio educativo al que se debe dedicar tiempo y esfuerzo, y que apoya y enriquece todo lo que luego se hace en la escuela.

La vida en familia satisfaceentre otras cosastres necesidades fundamentales ligadas a la calidad en la educación: la “seguridad”, la“dignidad” y la “solidaridad”. La “seguridad” es ofrecida por el reconocimiento de que la familia un sitio concreto y real, seguro y estable donde llegar. Lugar en el quepor lo general, hay siempre la posibilidad de obtener el calor de un saludo amable o efusivouna comida hecha con detalle y buen gusto. Lugar donde uno tiene sus cosas íntimassu ropasu bañosu techosu lecho, y un grupo de personas que nos quieren, nos aprecian y nos dan muestras constantes de aprecio y aceptaciónPero también conseguimos en la familia “dignidad”porque cada uno es considerado no por lo que “tiene” sino por lo que “es” como ser único e irrepetibleAprendemos a desarrollar nuestra personalidadnuestras ideas y convicciones, y la posibilidad de modificar la realidad. En la familia aprendemos a pensar, a reflexionar, a decidir por propia cuenta.

La tercera necesidad que todo ser humano satisface en la familia es la“solidaridad”Tanto el deseo de seguridad como el de dignidad se apoyan en la mirada del hombre sobre  mismo. En cambio el amor que está en el seno de toda familia normal, presupone el olvido de  mismo y la mirada hacia los demás. Las tendencias sociales del ser humanotienen cumplida satisfacción en la familia. En ella hay una estrecha relación con otrosuna tendencia a unirse con otros, a vivir y a actuar para otros. En toda familia hay una conciencia natural de que en cierto modo somos uno mismo con los demás; en ella va incluida la convicción de queasí como yo necesito de la vida de los otros, los otros necesitan de mi propia vida. En el “dar”familiar de todos los días se halla una de las respuestas a la pregunta de por qué o para qué vive el ser humano.

Es tarea urgente de investigadores sociales y educadores, padres de familia,asociaciones de familias y políticosdirigir esfuerzos concretos y eficaces que lleven a promover la importancia de la vida en familia como ámbito de verdadero desarrollo y promoción del ser humano, y en consecuenciacomo sustentador de una educación integral y de calidad.
Recuperado de: http://blog.uandes.cl/familia-y-educacion 





LA FAMILIA, CLAVE PARA LA EDUCACIÓN EN SALUD SEXUAL EN LA ADOLESCENCIA 

Es un momento incómodo que quizás ningún padre está  realmente preparado para afrontar: hablar de sexo con sus hijos.   Estos se llenan de vergüenza y miedo porque piensan que el adolescente sigue siendo un niño y por lo tanto, esos temas  deben seguir siendo ignorados al interior de la familia. 
La realidad es que, cada año, un millón de adolescentes quedan embarazadas y 3 millones se contagian de una infección de transmisión sexual en Estados Unidos. En Colombia, una de cada cinco adolescentes está embarazada,  según un estudio publicado en el 2012.
Entonces, el panorama sobre la sexualidad en los adolescentes no es la mejor.  La  educación sexual en los colegios parece insuficiente y la presión que recibe el joven para que comience a tener relaciones sexuales  es cada vez mayor. Es por eso que la familia debe ser la respuesta a  este problema,  pues ella debe ser el núcleo donde se hable directamente sobre el tema  con amor, respeto y claridad, algo que solamente los padres saben hacer.

Adolescencia y sexualidad

Ya no es el momento de hablar de cigüeñas o semillitas: cuando un niño o niña  llega a la pubertad, comienza a preguntarse muy seriamente de qué se trata la sexualidad y cómo es que debe experimentarse.   Lo malo, es que la mayoría de esta información llega precisamente por el canal equivocado: los amigos (que poco o nada saben al respecto), el internet (donde se congregan mensajes errados y confusos sobre el tema) y los medios de comunicación (en los que promueven en su mayoría la promiscuidad y la práctica insegura de la sexualidad).
Es por eso es que el tema del sexo debe manejarse desde temprano en las familias. Algunos consejos para manejar una comunicación efectiva con los hijos sobre el tema de la sexualidad son:
  • Sin rodeos: desde muy niño, tu hijo puede sentir curiosidad por el tema del sexo.  Lo importante es que sus padres respondan directamente y con la verdad a todos los cuestionamientos que le hacen, más aún si ya ha llegado a la adolescencia.
  • No burlas: No debes burlarte de tu hijo si te pregunta o cuestiona sobre algún tema en particular.  Háblale con respeto  sobre todo lo que desee saber.
  • Exprésale las cosas como son: Utiliza siempre los términos adecuados para hablar de sexualidad con tus hijos. Entre más clara y precisa sea la información que le des, menos preguntas y confusiones le pueden quedar al respecto.  
  • Estimula sus preguntas: en las librerías de tu ciudad, puedes encontrar libros acerca de la sexualidad en la adolescencia. Pídele que lo lea y hablen al respecto. También,  puedes ver con él o ella programas de televisión sobre el tema y debatirlo en familia.
  • Háblale de los riesgos de la sexualidad: En la familia, debe quedar claro el mensaje que la práctica de la sexualidad es todo menos un juego, pues la persona se expone, si tiene prácticas sexuales inseguras, a tener todo tipo de problemas como  enfermedades de transmisión sexual,  embarazos no deseados, conflictos en su vida familiar y social, etc. 
  • Aclárale sus dudas: muchos pueden estar confundidos acerca del tema de la sexualidad. Por un lado, experimentan cambios físicos y hormonales que quizás no logren entender y por otro, reciben información confusa y errada sobre este espinoso tema.  Ayúdalo a aclarar sus dudas con paciencia, escúchalo y aconséjalo sin miedos. Es tu deber como padre velar por la seguridad y felicidad de tus hijos.
  • Incluye el tema de los valores: el tema de la sexualidad no es un tema solamente físico o anatómico. Este también incluye valores como el respeto, el amor propio y el de pareja, el cuidado del cuerpo, etc.  Incúlcales valores para que crezcan como seres responsables de su cuerpo y de sus decisiones.
  • Fortalece su autoestima: El o la adolescente debe confiar en sus propias decisiones y en su propio criterio para enfrentar el tema del sexo en su ambiente social (amigos, vecinos, compañeros de colegio, etc.). Enséñale que en la vida sólo él puede aprender a establecer sus límites y a decir no cuando sea necesario. De esta manera logrará ser un joven independiente y seguro de sí mismo.
La familia es la base de la sociedad. Por eso, para educar hombres y mujeres íntegros y responsables, es que los padres deben dejar atrás sus miedos para  hablar claramente con sus hijos sobre el tema de la práctica de la propia sexualidad. En un futuro no tan lejano, ellos te lo agradecerán

Recuperado de: http://www.sura.com/blogs/calidad-de-vida/familia-clave-adolescencia.aspx#sthash.RMwVdHj1.dpuf








2 comentarios:

  1. Supongamos que su salario anual es de $ 100,000.00 y si usted logra ahorrar el 20% de su salario, entonces con $ 20.000 se necesitarán 50 años para convertirse en millonario. Esto es más que el promedio de la duración de la carrera de una persona promedio. Incluso si usted gana $ 200,000.00 entonces @ 25% de los ahorros anuales, le tomaría 20 años para llegar a 20 años para golpear marca de millón de dólares para convertirse en un millonario. ¿Estás preparado para esperar tanto para convertirte en millonario? Por supuesto no. He salido con la solución en terminar sus problemas y problemas financieros. Sé la persona rica y conocida que siempre has soñado con la riqueza y el poder que el mundo está en tus manos. Usted no es demasiado joven o demasiado viejo para ser famoso y los grandes hombres ricos no se conforman con menos que siguen empujando, el mundo sólo respetar a los ricos y famosos tomar el paso audaz de ser rico hoy para que su generación será feliz después de usted . También ayudo a la gente a viajar al extranjero a cualquiera del país de su elección. También tengo el poder de traer de vuelta a su EX que es su marido o su esposa y yo simplemente no traer de vuelta a usted, pero también asegúrese de que su marido o su esposa te amo más que antes sí tengo el poder, pero Usted sólo puede beneficiarse de mis poderes si sólo usted serio y determinado en la vida. He ayudado a muchas personas de pobres a grandes hombres y mujeres de hoy en diferentes países, no me gusta hablar demasiado sólo creo en la acción. Si usted está ahí fuera y usted está sufriendo financieramente no lo mantenga a su auto más deje que fuera a mí para que pueda romper esa pobreza en su vida y ser como otras personas que he ayudado. Sólo envíeme un correo electrónico o puede llamarme en este número de teléfono +2349065295056. Sólo quiero que seas feliz financieramente. Ser rico es muy dulce para aquellos que son sabios y decididos, no relajarse esperando que las cosas cambien, porque cuanto más se espera, más se pierde, cambia usted mismo y ser rico hoy porque de mí mucha gente está feliz y También soy feliz cuando son felices todos gracias a mis dioses y antepasados ​​por darme los poderes para ayudar a la necesidad y resolver los problemas de los que sufren. Puede ponerse en contacto conmigo a través de correo electrónico: expertspellcaster@gmail.com Puede visitar mi sitio web en http://expertspellcasters.com

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